Siempre me ha gustado el 31 de Agosto. La calle del mismo nombre se disfraza, se encienden las velas y hala, a que los franceses y los ingleses nos incendien la ciudad. Además, ya entramos en la recta de septiembre y San Sebastian se vacía un poco (gracias a Dios).
No veo el momento en que para el día 15 todo esté lleno de carteles y gente interesante con acreditaciones. El ritmo de la ciudad cambia, es una pasada. (Mis recomendaciones para los foráneos)
Ahora es, también, el momento en que me planteo qué debería haber hecho estos meses en lugar de seguir anclado en el día de la marmota. No me hubiese importado pasar unos días por ejemplo aquí (excusa para poner esta foto de Madagascar).
Tampoco me hubiese importado estar un poco más en la fábrica de chocolate de Willie Wonka, si bien más en compañía de Charlie o de los Oompa Loompas (estoy empezando a superar mi miedo enano) que del flojo director de la misma.
Roma podría haber sido un buen destino.
Y por supuesto hubiese estado muy bien visitar Londres, aunque crea que al final las cosas han ido cómo y dónde tenían que ir (eso sí, con toda mi tiña puesta en el piso bandera-sueca de Alba, Jorge, Silvia y Argan como special guest star) .
Sonia fumada convencida de encontrar trabajo en Brighton (Mayo 2005)
Barcelona me espera.