
En el link de arriba podéis firmar como protesta o, si lo preferís, podéis enviar un e-mail al ayuntamiento directamente (pasaia@pasaia.net).
¿Sirven estas cosas para algo? Eterna discusión. Probablemente acaben desalojándolo de todas formas, pero no os confundáis: en este caso no hablamos de reenviar un e-mail para conseguirle un riñón a la pobre Susie de Arizona, sino de algo viable y cercano.
Yo en mi vida he ido sólo una vez a la susodicha casa Okupa. En este momento vivo a cientos de kilómetros y no me afecta especialmente su derribo, pero creo que la contracultura, por encima de los gustos propios, debe seguir viva.